PAULA CODOÑER: de flor en flor en una primavera analógica sin fin
De las calles de Valencia hasta el One World Trade Center de Nueva York, Paula Codoñer (1991) ha logrado crear obras de arte que sorprenden por su belleza a través de uno de los elementos más referenciados en toda la historia del arte: las flores.
Aunque no tiene claro cuáles son sus favoritas, Paula añade una nueva lente a la fotografía de flores: “La diversidad en formas, colores y texturas, dan pie a infinitas posibilidades y combinaciones visuales”, afirma. Aunque, como bien dice, las flores también tienen sus particularidades: “Debes tener en cuenta la temporada del año y adaptarte a su disponibilidad. La mayoría son muy delicadas y no les viene bien el calor extremo ni estar mucho tiempo fuera del agua. El momento después de las fotos es la mejor parte, porque sirven para decorar mi casa”.
Su cuidado trabajo eleva enormemente el tema: hasta qué punto puede verse un tallo, la dirección de la cabeza de una flor o la multitud de fondos de colores sobre los que coloca los ramos. Al mismo tiempo, observando su obra, se descubre cierta pulsión por tomar cada imagen como el retrato de una persona, una colección de los rostros de su propia sociedad en los que sentirnos reflejados.
Cada una de sus fotografías es un testimonio del enfoque analógico que adopta. Al elegir no emplear medios digitales en la creación de sus obras, la artista alcanza una textura y colores que solo se obtienen con la película, además de disfrutar de un flujo de trabajo más relajado y consciente, sintiéndose más presente a través de lo analógico.
En relación a por qué una creadora como ella optó por las flores, hasta la fijación, algunas pistas las encontramos en su propia ciudad: “Valencia la mayor parte del año está soleada, lo cual ha sido importante para mí a la hora de entender la luz y seleccionar los colores, luminosos y alegres”. Un ecosistema cultivado a través de la observación directa en parques y jardines como el Parc Central, el Parque de Cabecera, el de Montforte o el de Las Hespérides.
Y es que, como no podía ser de otra manera, desde STAYINGVALENCIA siempre apoyamos el talento local, que se abre camino de Valencia al resto del mundo.